La calle Puebla, en pleno barrio de Malaseña, es conocida como la calle de las lámparas gracias al establecimiento Ludory, que ya va por la tercera generación dedicada a la venta de lámparas. Y a lado, Céspedes se dedica a la reparación. Y el gran secreto lo encontramos en la Farmacia de María Teresa Domingo, abierta hace 150 años y que en su trastienda guarda una impresionante colección de más de 2.000 frascos originales.