Entrevistamos a Osama Abdul Mohsen, el refugiado sirio pateado por una periodista cuando intentaba pasar la frontera húngara con su hijo en brazos, asegura que su relación laboral con la escuela de entrenadores que lo trajo a España, ha finalizado. Acudimos también al Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE) y su versión es completamente opuesta. Ninguna de las partes nos han aclarado los motivos reales del distanciamiento.
Osama nos cuenta que su deseo es quedarse en España y traer definitivamente a su mujer y dos de sus hijos que siguen en Turquía esperando los permisos.