El Bahúl del Monje, el cementerio de La Almudena, el Palacio de Linares, antiguos sanatorios, casas encantadas... Madrid es una ciudad cargada de impregnaciones y fenómenos paranormales.
Fantasmas que, supuestamente, permanecen en una dimensión paralela y se comunican con nosotros a través de psicofonías, fenómenos poltergeist o apariciones en fotografías como las que se exponen durante estos días en la Feria Esotérica de Atocha.