Un problema técnico. Es la excusa que daban a sus clientes cuando llamaban a una de las seis clínicas dentales de la empresa Funnydent en la Comunidad, y otras dos en Cataluña.
La realidad es que el cierre se había echado de forma definitiva con alrededor de 8.000 personas a las que han dejado sin tratamiento y habiendo abonado parte de los recibos. Se sienten estafados.
Los afectados no son solo los clientes, sino también los empleados que han acudido a su puesto de trabajo y se han encontrado con la puerta cerrada.
Hemos intentado ponernos en contacto con los responsables de la impresa sin éxito.