La Guardia Civil denunció que algunos maltratadores se quitaban la pulsera y se la ponían a su mascota
- De esta forma, engañaban al sensor térmico del dispositivo y podían moverse con libertad
Día a día se siguen conociendo más datos sobre los fallos en los sistema de vigilancia para los maltratadores y este martes se ha sabido que la Guardia Civil denunció que este control ha sido burlado por algunas personas poniéndole la pulsera a su mascota.
Esta queja se suma a otras que aparecen reflejadas en las actas de las reuniones de las comisiones de coordinación, en este caso de la de Granada.
Aquí, se citan testimonios de mujeres que afirman que prefieren no tener la pulsera al prevalecer los datos erróneos de la geolocalización del agresor sobre su propia palabra y, además, al haberse demostrado su baja fiabilidad.
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Además, como hemos citado, el acta recoge casos de animales a los que se les ponía el dispositivo para engañar a su sensor térmico.
En cuanto a las cifras de los fallos registrados en Madrid, se trata de 40 reconocidos, aunque pueden ser más. Las conclusiones del informe, por tanto, son que que son fáciles de quitar, que dan problemas al mojarse y que suena el mismo pitido para la cercanía del agresor que para la batería baja.
