Vídeo: EFE | Foto:Telemadrid
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Alojar los beneficios empresariales en paraísos fiscales tiene como consecuencia directa una pérdida de recaudación que equivale en el caso de España al 15,6% de los ingresos totales del impuesto de sociedades (IS), según el Observatorio Europeo de la Fiscalidad.

Este equipo de expertos dirigido por el economista francés Gabriel Zucman estima ese porcentaje con los datos de 2020, un año en que España no pudo encajar 3.620 millones de dólares (unos 3.400 millones de euros) que tendrían que haber ido a las arcas públicas por los beneficios que las compañías españolas declararon en países o jurisdicciones particularmente complacientes.

En su informe sobre la evasión fiscal publicado este lunes, este organismo vinculado a otros economistas de prestigio como Joseph Stiglitz o Thomas Piketty, calcula que a escala global en 2022 se deslocalizaron a paraísos fiscales un billón de dólares.

Eso significa que las multinacionales desviaron fuera de sus países de origen al 35% del conjunto de sus beneficios y la consecuencia fue una pérdida para las arcas públicas equivalente al 10% de la recaudación.

Hay que tener en cuenta que el observatorio considera paraísos fiscales los que están en la listas del GAFI, pero también otros países que funcionan como plataformas financieras, como Suiza, e incluso varios países de la Unión Europea que atraen empresas con diversas iniciativas, como Irlanda, Bélgica o Países Bajos.

Por eso, del impuesto de sociedades que se deja de ingresar en España por esta forma de evasión (el 15,6%), un 13,1% se pierde a causa de otros países de la UE catalogados como paraísos fiscales, y un 2,5% por los del resto del mundo.

Esa forma de evasión legal es una práctica que afecta a otras grandes economías, ya que las pérdidas representan un 14,4% del IS en Francia, un 11,9% en Estados Unidos, y hasta un 25,1% en el Reino Unido y el 26,2% en Alemania.

Los autores del informe también hacen proyecciones sobre el total del patrimonio financiero de particulares domiciliado en paraísos fiscales, que cifran a escala global en 12 billones de dólares en 2022, equivalente al 12% del producto interior bruto (PIB) mundial.

En un periodo más largo, entre 2001 y 2022, el porcentaje de ese patrimonio financiero (que no incluye bienes físicos como obras de arte, viviendas o yates) ha sufrido oscilaciones pero en torno al 10% del PIB.

Los residentes fiscales españoles en 2022 tenían 148.000 millones de dólares (unos 140.000 millones de euros) que pesaba como un 10,6% del PIB, un porcentaje que se puede comparar con el 19,6% en Francia, el 9,3% en Alemania, el 40,5% en el Reino Unido, el 6,3% en Estados Unidos, el 9,8% en Italia o el 22,4% en Portugal.

Suiza es, con diferencia, la principal opción para los españoles para alojar su patrimonio, ya que allí estaban domiciliados diferentes instrumentos financieros equivalentes al 3,9% del PIB del país. En otros países de la UE había un 3,7%, mientras que en paraísos fiscales asiáticos se alojaban un 1,9% y en americanos un 1%.

No obstante, la capacidad de atractivo de Suiza ha disminuido notablemente, ya que en 2001 el patrimonio financiero de los españoles allí era de casi el 10% del PIB.

Una evolución que sin duda está relacionada con el fin del secreto bancario que tuvieron que aceptar las autoridades helvéticas, por la presión sobre todo de Estados Unidos.