Dolores, la mujer de Chamartín que guardó el Picasso perdido pensando que era un espejo

Dolores, es una madrileña que trabaja en un kiosko de la avenida de Pío XII del distrito de Chamartín, , muy cercano a su domicilio, junto a su marido desde hace más de 20 años, y la mañana del 6 de octubre vio un paquete sin nombre al lado de la puerta de su casa y decidió guardarlo a la espera de que alguien lo reclamara.

El matrimonio no desembaló el bulto a la espera de que apareciese su propietario, pero cuando empezaron a ver en las noticias que había desaparecido un cuadro de Picasso, finalmente lo abrieron y con total sorpresa descubrió que efectivamente era la obra extraviada valorada en 600.000 euros.

Dolores llamó enseguida a la Policía que se personó inmediatamente en su domicilio y la sometieron a un interrogatorio de varias horas, según ella misma ha relatado.

"Están muy disgustados porque se pueda pensar que ellos son sospechosos de algo porque son extranjeros y, no, al contrario, estamos muy agradecidos", resaltan las fuentes, que tildan de acierto que esta empleada recogiera en torno a las 14.30 horas de ese día de primeros de octubre el paquete cerca del pulsador de salida en la puerta que da acceso a la calle, sin saber ni que era un cuadro ni tampoco que se lo habían dejado unos transportistas.

"Pensó que era algún paquete que algún vecino se había dejado al entrar o salir del inmueble y se lo llevó a la portería, sin más", dice esta fuente cercana al propietario de 'Naturaleza muerta con guitarra', un pequeño cuadro con técnica de gouache y mina de plomo sobre papel, de 12,7 x 9,8 centímetros.

Tras el susto, Dolores ha contado que "no va a volver a recoger un paquete que no lleve su nombre".