El panorama que se veía el miércoles en las playas de Águilas, en Murcia, era desolador: coches flotando en el mar y parte del pueblo devastado por las fuertes lluvias que asolaron la localidad. Ahora que han pasado tres días del suceso debería comenzar la calma tras la tempestad, pero, para muchos de los dueños de los coches afectados por las riadas empieza la odisea de los seguros.
En total ha habido que rescatar una treintena de vehículos de las playas de Águilas y de sus inmediaciones. Los coches fueron arrastrados por el fango hasta el mar y a no ser que tengan contratados seguros a todo riesgo, lo más probable es que a sus dueños les toque pagar de su propio bolsillo las reparaciones.
Las aseguradoras no suelen cubrir los daños por causas naturales, como las inundaciones, la caída de rayos o las consecuencias de los huracanes. De esta manera, los afectados por estas catástrofes tienen que recurrir al Consorcio de Compensación de Seguros, con lo que hay que recurrir al Consorcio de Comensación de Seguros, que depende del Ministerio de Interior.