La vuelta de la vacuna conjugada frente al neumococo en el calendario vacunal infantil supondrá volver a la tendencia de descenso de los casos asociados a este microorganismo patógeno, dado que el año pasado se detectó un "leve" y "discreto" repunte.
Así lo ha manifestado el doctor Jesús Ruiz Contreras, jefe del servicio de Pediatría del Hospital 12 de Octubre y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), para remarcar que todo lo que sea adelantar su uso en 2015 será positivo.
En este punto, Ruiz Contreras afirma que la vuelta a la vacunación "universal" en todas las autonomías es una medida "positiva" a "aplaudir" pues va a disminuir todas las enfermedades asociadas al neumococo.
Entre ellas, ha citado diversas infecciones en sangre, derrames pleurales, otitis, neumonías o meningitis. En este punto, ha apuntado que la administración de la vacuna aporta beneficios no sólo al menor que la recibe, sino también en la población no vacunada debido a lo que se conoce como "fenómeno de inmunidad de grupo de rebaño".
Al respecto, este experto en medicina pediátrica recalca que cuando se dan tasas de vacunación muy alta, ello también beneficia a los grupos adultos con mayor tasa de mortalidad (como pueden ser los ancianos).
Tras remarcar que la inclusión de esta vacuna también es de celebrar por una cuestión de "equidad" y "justicia" al administrarse a todos los niños, Ruiz Contreras ha recalcado que la vacuna ofrece una protección eficaz sobre el 80 por ciento de los serotipos del neumococo con presencia actual en España.
También ha dicho que desde que se suspendió la vacuna en 2012, "afortunadamente" se ha mantenido el efecto de "inmunidad de grupo" aunque en 2014 se había empezado a notar un aumento "leve" de casos. "Se trata de un discreto incremento sobre lo esperado", ha señalado este facultativo para subrayar que, en Madrid, la vacunación mediante práctica privada rondaba el 70 por ciento.
Así, con la inclusión se llegará a niveles cercanos al cien por cien y que ello aporta beneficios como reducción de ingresos hospitalarios, uso de fármacos antibióticos o las resistencias bacterianas, elementos que aportan ahorros al sistema sanitario.