Todas las jornadas mundiales de la Juventud suelen ir acompañadas de temperaturas extremas por celebrarse en los meses de verano, para garantizar una numerosa presencia de jóvenes. Hasta el momento el papa Benedicto XVI ha celebrado una en Colonia (Alemania) donde los pronósticos calurosos no se cumplieron, y en Sidney ( Australia ) donde al ser invierno, el Santo Padre presidió los actos con temperaturas excesivamente bajas. Ahora llega a España en pleno mes de Agosto. Ya conoce el Pontífice como se las gasta el verano en nuestro pais porque lo sufrió hace 5 años cuando celebró el Encuentro Mundial de las Familias en Valencia. Sin embargo en Madrid tiene que cumplir con una apretada agenda de cuatro días a sus 84 años de edad y con un estado de salud bueno, pero que en ocasiones ha resultado afectado por problemas de corazón.
Los expertos aseguran que un viaje de estas caracterícticas para una persona de tan avanzada edad resulta duro. Es crucial estar bien hidratado, bien alimentado con el aporte necesario de sales minerales y bien descansado. En caso de que el Papa esté tomando algún tipo de medicación, sobre todo frente a problemas cardivasculares, estas normas se hacen de obligado cumplimiento.
De todos modos los peregrinos que asistan a los actos presididos por el Papa tambien deberán guardar ciertas medidas de precaución. Por ejemplo el millón de jóvenes que se esperan acudan a la vigilia y eucaristía de Cuatro Vientos tendran que pasar una prueba de fuego: permanecer cerca de 30 horas al aire libre en una ciudad como Madrid en pleno mes de Agosto. Para ellos se recomienda tambien una buena hidratación y mover frecuentemente las extremidades para evitar síncopes y caidas.