El turismo general ha subido casi un 12% respecto a los últimos años, una cifra que dobla el turismo gay. Este segmento ha aumentado un 28% respecto a 2015 y un 34% a las cifras medias registradas en veranos anteriores.
Este estudio, realizado por Cromosomax.com en colaboración con una selección de promotores de fiestas, propietarios de locales gays, gestores de alojamientos en zonas centradas en la oferta vacacional al colectivo LGBT y agencias de viajes especializadas, arroja unos datos que ayudan a comprender por qué cada año más destinos se apuntan a la seducción del target gay.
Se calcula que el turista gay gasta unos 130 euros diarios en ocio y restauración, superando a la media por, entre otros factores, su mayor presencia y actividad social. Gasto asociado siempre productos y servicios exclusivos, dado el carácter de comunidad de este colectivo, que siempre opta por lo gay-friendly antes que por lo más genérico.
Hasta llegar a una aportación a la economía española de más de 9.000 millones de euros anuales, una cifra nada despreciable que no deja de subir cada año y que ya supera el 18% de los ingresos turísticos totales en nuestro país, algo muy significativo considerando que la población gay se sitúa entre el 6 y el 8% de la población mundial.
En España, país preferido en Europa por el turismo LGBT, los destinos con más ingresos del colectivo gay, además de Madrid, son las ya establecidas Gran Canaria, Ibiza, Sitges, Torremolinos y Benidorm, a las que se ha unido Barcelona como gran reclamo del verano 2016. Mientras que estos turistas extranjeros (dejando a un lado los autóctonos), según este estudio, procedían en su mayoría de Reino Unido, Alemania, Estados Unidos.