Una nueva técnica favorece la reducción de la glucemia y contra la insulina

Una nueva técnica desarrollada en el Hospital General Universitario de Elche (Alicante) y que se aplica ahora en una clínica madrileña favorece la reducción de la glucemia y mejora la resistencia a la insulina.

El cirujano Jaime Ruiz-Tovar Polo desarrolló esta técnica pionera cuando trabajaba en el centro sanitario ilicitano aunque ahora la aplica en la clínica Garcilaso de Madrid, donde es el responsable de la unidad de Neuroestimulación.

En declaraciones telefónicas a Efe, Ruiz-Tovar Polo ha explicado que este nuevo tratamiento mejora el perfil glucémico de pacientes obesos con diabetes tipo 2 o diabéticos con este nivel de la enfermedad, a través de la aplicación de pequeñas descargas eléctricas indoloras a través de la piel del abdomen, todo ello con el objetivo de estimular de forma indirecta el páncreas.

La técnica se centra en la colocación de una aguja en una zona específica del abdomen (el dermatoma T7) y la aplicación de una corriente eléctrica con muy poco voltaje. De esta forma, "se crea un arco reflejo artificial desde los nervios sensitivos de la piel del abdomen hasta las ramas nerviosas que llegan al páncreas".

Los pacientes tratados mediante neuroestimulación eléctrica presentan una reducción de la glucemia y mejoran la resistencia a la insulina, además de mejorar la inhibición a una serie de hormonas que favorecen la diabetes.

Este tratamiento, que se realiza desde hace un año en la clínica madrileña, deriva de una técnica aplicada por Ruiz-Tovar en el hospital alicantino, que consiste en la estimulación nerviosa de la piel del abdomen y la creación de un reflejo artificial estimulando el estómago, para reducir la sensación de hambre y con ello facilitar la pérdida de peso en pacientes obesos.

La neuroestimulación se realiza semanalmente, en sesiones de 30 minutos y durante alrededor de tres meses. Según el cirujano, presenta múltiples ventajas para el paciente ya que no requiere de ningún tipo de anestesia, se realiza en consultas externas y, una vez finalizado, el paciente se va a su casa.

Desde su puesta en marcha, medio centenar de pacientes se han sometido a este tratamiento. La obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2, y en pacientes con obesidad severa o mórbida la probabilidad de desarrollar esta enfermedad en algún momento de su vida es cercana al cien por cien.