A diez días de que acabe el año y a punto de que comience el operativo especial de Navidad, ya se han contabilizado más fallecidos en las carreteras que en todo 2015, con cuatro muertos más, lo que rompe una tendencia a la baja de más de una década y que se había ralentizado en los últimos ejercicios.
Hasta ayer, 1.135 personas habían perdido la vida en las carreteras, según los datos provisionales de la Dirección General de Tráfico, que contabiliza el número de fallecidos en las primeras 24 horas del accidente.
La curva descendente que la gráfica de la estadística de la siniestralidad vial había dibujado desde al menos 2004 ha cambiado ya su trazo, aunque ya en los últimos años la línea era más continua.
De hecho, y solo fijándose en datos provisionales, la siniestralidad de los últimos cinco años ha fluctuado de forma muy leve. Así, el ejercicio pasado dejó 1.131 fallecidos, tan solo una muerte más hubo en 2014, mientras que en 2013 hubo 1.128 muertes y un año antes, en 2012, 1.301.
Pese a que los descensos de la siniestralidad han sido muy sensibles en el último lustro, este año finalmente sí se ha roto la tendencia a la baja mantenida desde hace más de una década. Todos los meses, excepto mayo, septiembre y noviembre han concluido con más muertes que en 2015.
Por eso, en este año que concluye y en el que el carné por puntos ha celebrado su décimo aniversario, asociaciones de víctimas y otros sectores implicados en la seguridad vial han advertido en muchas ocasiones de que la bajada en la siniestralidad tocaba techo si no se emprendían nuevas medidas.
Fuentes de la Dirección General de Tráfico siempre han atribuido los aumentos a varias causas, entre ellas el incremento en el número de desplazamientos, que es de entre el 5 y el 6 por ciento, y, por lo tanto, a una mayor exposición al riesgo.
También han achacado la subida a la antigüedad del parque de vehículos, porque los coches implicados en un siniestro mortal tienen un edad media de 13,5 años.
Consciente de estos factores y de este repunte, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el nuevo director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ya han puesto sobre la mesa la firma de un pacto de estado para buscar soluciones.
A este gran acuerdo se refirió precisamente ayer el ministro Zoido en su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso, en la que avanzó que próximamente irá a la Comisión de Seguridad Vial para explicar sus prioridades en esta materia para la legislatura.
El PSOE quiere que acuda a ella cuanto antes para dar cuenta de las causas de este repunte, una "cuestión de Estado", en palabras del portavoz de Seguridad Vial del grupo socialista, Pablo Bellido, quien ha mostrado, en declaraciones a Efe, la disposición de su partido a colaborar en el objetivo de reducir la siniestralidad.
Bellido ha asegurado que la ruptura de la bajada de los fallecidos se debe a la "desidia" con la que ha actuado el Gobierno en los últimos años achacando los accidentes a la crisis y al envejecimiento de los vehículos.
También las asociaciones de víctimas, concretamente DIA, están preocupados por estas cifras a punto de arrancar la Navidad y con casi 17 millones de desplazamientos previstos.
"Se confirma lo que nos temíamos, que la siniestralidad vial está subiendo y cada vez mueren más personas en las carreteras españolas", lamenta DIA, que vaticina que Tráfico tendrá que hacer en enero un "balance dramático".
"Las cifras no se pueden ni se deben maquillar, pues ahora mueren más personas en las carreteras que hace un año. Tampoco se puede vivir de las rentas ni de los aciertos del pasado, y con un balance de fallecidos en accidentes peor que el del año pasado la DGT debe hacer autocrítica", concluye la asociación.