Juan Carlos Aguilar, acusado de los asesinatos de Yenny Rebollo y Maureen Ada Otuya en 2013, aseguró a los ertzainas que le detuvieron que se encontraba "como en un estado de borrachera permanente", pero no debido al alcohol, sino a un tumor que padecía, según ha manifestado el ertzaina instructor de las diligencias durante la segunda sesión del juicio que se sigue contra el 'falso monje shaolin'.