Convulsiones. Son muy alarmantes porque cuando se producen, el niño parece que se queda como muerto.
En la mayoría de los casos están desencadenadas por la fiebre.
El pequeño sufre espasmos brutales, su mirada en blanco.
Hoy les contamos cómo hay que reaccionar y lo primero y lo más importante: padres y abuelos, cuando pase ¡hay que mantener la calma!.