El kilómetro 3 de la M-12 y el 21 de la R-2, ambas autopistas de peaje, son los 'dos puntos negros' de mayor concentración de accidentes en la región, según un informe de la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
Concretamente, ese punto de la Radial 2 hubo seis accidentes con seis víctimas en los últimos cinco años, mientras que en ese punto kilométrico de la M-11 hubo cinco accidentes con seis víctimas. El índice de peligrosidad de la primera es del 47,2 y de la segunda del 30,4, cuando la media de este índice en las autopistas de peaje fue de 7,8 en 2010.
Para la asociación, el estado de las carreteras "juega un papel fundamental" en la seguridad vial de cualquier país y fija en torno al 47 por ciento de los accidentes de tráfico en los que el estado de las infraestructuras aparece como factor concurrente.
En dicho informe se asegura que en el periodo 2006-2010 el índice de Peligrosidad medio de la Red de Carreteras del Estado se ha reducido por cuatro y se señala como causa eficiente y principal de esta m ejora "el estado de las infraestructuras y no el permiso por puntos o las medidas sancionadoras, como algunos han pretendido hacer cerrer".
Sin embargo, según AEA, todavía hay en las carreteras demasiados puntos negros. "Y si bien los recortes presupuestarios pueden retrasar la necesaria actuación en esas infraestructuras, es importante al menos que los conductores sepan dónde están para tomar las debidas precauciones, ya que en los cinco últimos años en 150 kilómetros de la red de carreteras se han contabilizado más de 2.00 víctimas, tramos que, en su mayoría, ni están señalizadas como Tramos de Concentración de Accidentes ni la DGT ha colocado un radar".
La asociación ha elaborado este informe con los datos del Ministerio de Fomento en la red de carreteras del Estado teniendo en cuenta su Indice de Peligrosidad medio en los últimos cinco años igual o superior a 100 y en el caso de autopistas de paje, con un índice en superior a 30. El resultado han sido los 150 trabamos localizados en 60 carreteras, de las que sólo dos han sido madrileñas.