La prensa internacional acreditada en Madrid con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI trabaja estos días en el Palacio de Congresos de La Castellana, reconvertido durante todos estos días en un centro de prensa internacional. Más de 2.000 periodistas desarrollan aquí su trabajo, entre redactores, cámaras, productores, personal de apoyo y de seguridad. Han llegado de todo el mundo. Los organizadores calculan que sólo en este centro se dan cita más de 50 nacionalidades.
No podía faltar la prensa italiana, la que sigue habitualmente al Papa en todos sus desplazamientos. Igualmente en Madrid se han congregado numerosos medios latinos, procedentes tanto de Sudamérica como de Centroamérica. Precisamente uno de los enviados especiales de México combina su labor de periodista con la faceta de seminarista. Un doble papel en el que encajan también muchos otros de los enviados especiales a Madrid.
Entre las críticas, la de un cámara de la televisión pública francesa, que se queja de lo difícil que a veces es hacer su trabajo por culpa de la que a su juicio es una excesiva vigilancia en los controles de seguridad. Pero en general la opinión es unánime: en esta Jornada Mundial de la Juventud, tanto la organización como el despliegue informativo están cumpliendo las expectativas, y todo se está desarrollando sin ningún problema.