Los políticos se movilizan para controlar el aceite de Palma. El Congreso ha aprobado una proposición que insta a mejorar el etiquetado de los productos con aceite de palma y a establecer un mayor control sobre los alimentos que contengan este producto, especialmente en las máquinas expendedoras de centros educativos, deportivos y de la salud.
La Eurocámara también ha instado a que se establezca un sello de sostenibilidad en el aceite de palma que entre en la Union Europea.
Para hablarnos del aceite de palma y conocer en profundidad sus efectos sanitarios y medioambientales, nos acompaña
"La alarma social está justificada porque consumimos en exceso el aceite de palma que es una grasa saturada. No hay ningún aceite de palma sostenible y lo encontramos en casi todos los productos procesados, en la bollería industrial, las galletas, las pizzas, los aperitivos, los congelados para freír, los helados, las salsas, los panes de larga duración, las pastillas de caldo, las sopas deshidratadas o los chocolates" afirma Andrea Cañas, coach nutricionista.
"La OMS ya recomendó reducir su consumo un 50% porque la educación alimentaria que tenemos hoy día es precaria, no sabemos leer etiquetas ni tenemos una verdadera conciencia sobre la alimentación". Eso desde el punto vista sanitario, pero hay otra vertiente. La producción de aceite se concentra en países tropicales donde su cultivo provoca graves problemas medioambientales.
Por otra parte, el nutricionista, farmacéutico y profesor universitario Antonio Murillo espera que la preocupación despertada en los últimos meses por el consumo de aceite de palma "enmascarado en los productos" no sea "una moda pasajera", aunque "lo que realmente hace falta es que el consumidor se informe adecuadamente".
Murillo es profesor del área de Nutrición Deportiva en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y de Nutrición y Bromatología (estudio de los alimentos, su composición y su relación con la sanidad) en la Universidad de Almería.
En una entrevista con Efe, ha subrayado que los nutricionistas, en general, llevaban tiempo "denunciando" la presencia de aceite de palma "en proporciones muy altas en muchos alimentos y de forma enmascarada".
Sin embargo, ha sido en los últimos meses cuando este aceite "ha empezado a salir en las noticias", tanto por su presencia en alimentos infantiles, revelada a través de redes sociales, como por los efectos que tiene su cultivo para la deforestación en países de África y Asia, "algo que han denunciado los ecologistas".
La situación ha hecho que grandes cadenas de supermercados plantearan esta semana a sus proveedores que sustituyan, al procesar sus productos, el aceite de palma por otros, como girasol u oliva.
El aceite de palma, explica, está ahora mismo "prácticamente en todos los alimentos procesados que consumimos, directamente o al elaborar sus ingredientes".
En casi todos los casos, "menos en las pastillas de caldo", en el mercado hay productos hechos sin aceite de palma, "pero más caros" y "lo primero que hay que asumir es que si no queremos aceite de palma, hay que pagar más por los productos".
Algo que, en su opinión, frenará las pretensiones iniciales de las cadenas de supermercados, que "saben que si se usa el aceite de palma, es por su precio" y porque es "muy fácil de emplear en el procesamiento de alimentos".
Lo ideal sería que "todos los consumidores supieran leer correctamente las etiquetas" porque "se pueden buscar hasta galletas sin aceite de palma y sin una grandísima diferencia de precio, por lo menos ahora", asegura.