A partir de ahora los médicos de la Seguridad Social deberán prescribir a sus pacientes medicamentos genéricos o los que resulten más baratos siempre que sea posible. Esta medida, con la que las administraciones pretenden conseguir una importante reducción en la factura sanitaria, tendrá sus excepciones. Los médicos podrán prescribir medicamentos de marca si estos son más baratos o si el paciente los precisa expresamente por un problema acreditado de alergias, por ejemplo.
La recién estrenada normativa ha provocado muchas consultas en las farmacias. Un sector, el farmaceútico, que se queja de las constantes pérdidas que está sufriendo. Pérdidas que algunos profesionales sitúan en torno al 30%.
Además aseguran que esta medida va a provocar una mayor falta de libertad en médicos y usuarios.
En la calle la medida ha sido acogida favorablemente, siempre que ello suponga un ahorro y se tengan en cuenta los casos aislados que necesiten medicamentos concretos y no genéricos.