Un juez británico dio hoy luz verde a que se revise la decisión de enterrar en la ciudad inglesa de Leicester los restos del rey Ricardo III, hallados el pasado otoño, ante las intenciones de sus descendientes de trasladarlos a York.
El pasado febrero, el ministerio británico de Justicia determinó que los restos del soberano inglés, encontrados en Leicester (centro de Inglaterra) tras 500 años de búsqueda, descansaran definitivamente en la catedral de esa ciudad.
No obstante, York (al norte de Inglaterra) también aspira a recibir los restos de Ricardo III (1452-1485) pues fue el último monarca de la dinastía de York.
Desde que la Justicia concediera el pasado 7 de febrero el permiso a Leicester, los restos del rey inglés han sido motivo de disputa sobre el lugar idóneo para enterrarlos, después de que los arqueólogos confirmaran ese mes que se trataba del rey Ricardo III (1452-1485).
En una audiencia celebrada hoy, un juez del Tribunal Superior de Londres ha autorizado a la "Plantagenet Alliance", una asociación de descendientes del soberano, a interponer un recurso contra el ministerio de Justicia y la Universidad de Leicester, en su intento por enterrar al monarca en York.
Los restos se hallaron en Leicester bajo un aparcamiento en el que en aquella época se encontraba una iglesia que las reseñas históricas señalaban como la tumba del soberano, quien murió en la batalla de Bosworth Field en 1485, durante la Guerra de las Dos Rosas.
En la vista de hoy, el juez garantizó que se revisará de nuevo la petición a finales de este año, en una fecha aún sin determinar, y justificó la pugna judicial por tratarse de un "descubrimiento arqueológico sin precedentes".