Hay niños que pasan más de seis horas delante de una pantalla.
La tecnología digital ha convertido teléfonos móviles y tabletas en una peligrosa puerta de acceso a páginas inadecuadas o a distintas formas de acoso.
Para impedirlo, ya existen aplicaciones que permiten a los padres saber por dónde navegan y qué hacen en las redes sociales.
Una herramienta útil cuyo manejo ya se enseña en empresas especializadas.