Ha ocurrido al sur de Oporto (Portugal). Una mujer de 91 años fue hallada muerta en la cama de su domicilio junto a un vibrador y semidesnuda. Según la autopsia la mujer murió por asfixia, al parecer durante un juego sexual con su vecino de 49 años. En la cama había restos de semen del hombre, casado y padre y dos niños que vive al lado. Ha sido detenido después de los análisis de ADN.
La vecina que encontró el cadaver contó a The Mirror: “la encontré con dos pequeñas contusiones en la cara y restos de sangre en las sábanas, también tenía la foto de su difunto marido sobre el pecho”
Apuntan a que todo fue un trágico accidente.