La disminución de la población en España volvió a acentuarse el año pasado cuando por primera vez desde que hay datos anuales, registró un crecimiento vegetativo negativo, es decir, murieron 2.753 personas más de las que nacieron. Es el balance provisional del Movimiento de la Población publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según el cual el año pasado nacieron en España 419.109 personas frente a las 422.276 que murieron. Descontando a los nacidos y difuntos no residentes en el país, queda un saldo negativo de 2.753 personas, "la primera vez que esto sucede desde que se dispone de datos anuales".