Se cumplen 60 años de los primeros 600. El mítico coche al que muchos españoles se subieron por primera vez celebra ese aniversario con una exhibición de modelos originales, perfectamente conservados y aún en funcionamiento. Hoy hemos probado uno de esos coches en el Circuito del Jarama.
Ha sido toda una experiencia trasladarse a los años 60 e imaginarse a familias enteras desplazándose cientos de kilómetros en un coche de 25 CV. El Seat 600 cumple 60 años. Son casi 800.000 unidades de Seat 600 los que han salido de la fábrica desde que se empezara a fabricar en el año 1957, y a día de hoy son una pieza de colección.
El mítico modelo que impulsó la industrialización en nuestro país, debe gran parte de su éxito y mitificación al contexto sociológico donde le tocó vivir, un periodo de post-guerra en el que el pueblo ansiaba cambios y la motorización empezaba a demandarse. En mayo de 1950 se constituye la Sociedad Española de Automóviles de Turismos -SEAT-, con una década por delante en la que empezaron a comercializarse los primeros vehículos de producción nacional. Tres años después, en 1953, se lanzaba el 1400, el primer modelo de la marca española. El 600 llega en junio de 1957 arraigándose en la historia de decenas de miles de familias durante los ’50, ’60 e incluso ’70 que, aunque el lanzamiento del Seat 127 a principios de esta última década restó presencia al mítico modelo, la demanda del 600 no cesó entre las familias y nuevas generaciones que continuaron conquistando el asfalto de las carreteras españolas.
Cuando fue lanzado a mediados de 1957, el mercado automovilístico nacional contaba con una oferta muy limitada y las pocas marcas presentes todavía tenían escasa capacidad productiva: el 1400, un turismo de tipo medio-alto (140.000 pesetas) de la propia Seat (10.590 unidades en 1956), el Renault 4/4 fabricado por FASA en Valladolid (5.780 ejemplares en 1956), de precio más elevado que el 600 (73.500 pesetas), y el inalcanzable Pegaso Z-102, sofisticado deportivo para ricos (desde 330.000 pesetas) que se hacía prácticamente a mano (en seis años sólo se construyeron 84), aparte de vehículos de importación sujetos a determinados cupos.