La mitad de los conflictos y agresiones racistas registrados por la Federación SOS Racismo en 2015 estuvieron relacionados con disputas con los vecinos. Según el Informe Anual sobre la situación del Racismo y la Xenofobia en España presentado hoy, esta organización registró el año pasado 247 denuncias, 68 de ellas por agresiones racistas (el 27,5 por ciento).
La mitad de las agresiones estuvieron relacionadas con conflictos con vecinos (34), de los cuales 24 casos se dieron en el espacio público y 10, en otras circunstancias.
"Persiste una discriminación oculta, que no ha disminuido y que está acompañada por un discurso de rechazo cada vez más duro en el vivir diario respecto al fenómeno migratorio", en los bares, entre los vecinos e incluso en el ámbito familiar, ha dicho el secretario general de SOS Racismo, Mikel Mazkiaran.
Para el responsable de esta ONG "este racismo escondido, el social" es el que intentan cada año recoger en su informe anual, porque no aparece en ninguna estadística oficial y por tanto no se pueden evaluar los índices de discriminación.
Por ejemplo, ha explicado que esta "discriminación larvada" hacia la población extrajera se esconde "cuando en una inmobiliaria les dicen que no hay pisos para alquilar", cuando los han ofrecido un poco antes a ciudadanos españoles.
Tras las agresiones, la mayor cantidad de denuncias registradas en este informe fueron por racismo institucional (21,8%), problemas con la seguridad pública (17,8%) y denegación de acceso a prestaciones y servicios públicos (11,7%).
El resto, fueron por discriminación laboral (10,5%), denegación de acceso a servicios privados (6,5%), problemas relacionados con agentes de la seguridad privada (3,2%) y casos relacionados con la extrema derecha o el discurso del odio (0,8%).
Por comunidades autónomas, seis oficinas de SOS Racismo recibieron las denuncias: Aragón (112), Cataluña (80), Guipúzcoa (19), Madrid (18), Navarra (12) y Galicia (6), aunque la organización aclara que el mayor o menor registro de denuncias se debe a las características de las oficinas.
El perfil de la víctima es el de un hombre, mayor de edad, ya que según el informe, de las 247 denuncias, 179 fueron presentadas por hombres y 76 por mujeres, mientras que solo en cinco casos había menores implicados. De los denunciantes tenían regularizada su situación 147 y respecto a la nacionalidad, las personas procedentes de África Subsahariana son las más vulnerables y las que más acuden a las oficinas de la ONG a buscar ayuda.
Respecto a los casos de racismo institucional (54), más de la mitad están relacionados con el trámite de extranjería para regularizar la situación administrativa, aunque seis de ellos estuvieron vinculados a centros de internamiento de extranjeros (CIE).
Desde SOS Racismo en Cataluña, Alba Cuevas, ha explicado que muchas de las víctimas "no saben que se han vulnerado sus derechos y que pueden denunciarlo". Además, ha lamentado las dificultades que se producen "en casos con cuerpos policiales implicados, porque suele haber denuncias cruzadas en las que se acusa a la víctima de desacato y ahí el éxito es que te absuelvan de esa acusación".
Sobre los casos de relevancia penal o delitos de odio, contabiliza 96, de los que 47 fueron agresiones e insultos (la mayoría relacionados con miembros de extrema derecha y agentes de seguridad privada) y 37 abusos de las Fuerzas de Seguridad del Estado.