España es el cuarto país del mundo en el que más ha aumentado el hurto en los comercios. Lo ha hecho en un 7.7 por ciento, un punto por encima de la media mundial. Esto ha supuesto casi tres mil millones de euros en pérdidas.
Datos, dicen los expertos de Checkpoint, la empresa que ha hecho esta encuesta en 43 países que tienen mucho que ver con la crisis. Por sectores, el más castigado es el textil y complementos, donde se han producido la mayoría de los hurtos. En alimentación, el queso es el objeto más preciado por los delincuentes, y en artículos de perfumería, los que tienen que ver con el afeitado. En la parte baja de la tabla, los zapatos, que llevan incorporadas alarmas que disuaden a los amigos de lo ajeno.
Los datos ponen tambien de manifiesto que en España se ha incrementado el número de bandas organizadas que se dedica a saquear para luego revender lo sustraído en la calle, que los más mayores prefieren hurtar comida o ropa y los más jovenes productos de electrónica.
La mayoría de los delitos los cometen los clientes, pero los empleados cuando roban, roban mucho más. De los 100 euros que roban los rateros como media, a los 1.400 de los empleados.
El coste de esta delincuencia cuesta a cada español ochenta euros.