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La abogada Rosario Porto, la madre de la niña hallada muerta en una pista forestal el pasado 22 de septiembre, ha accedido hoy a declarar ante el juez dos meses después del crimen y sin que esté vigente el secreto sobre la causa. El periodista Alfonso Basterra, padre de la víctima, no lo ha hecho, pese al alzamiento, y se ha acogido a su derecho a no prestar testimonio ante el magistrado José Antonio Vázquez Taín, según ha informado en una nota el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.

José Luis Gutiérrez Aranguren y Belén Hospido, los letrados que asisten, respectivamente, a ambos, los únicos imputados por esta muerte violenta que se consumó el día 21, les habían aconsejado que no cooperasen en ninguna reconstrucción o cualquier otra pericia hasta que tuviesen acceso al acervo probatorio conseguido por los investigadores.

El juez esperaba conocer en la comparecencia de esta tarde cuál era la postura actual del otrora matrimonio y comprobar, por tanto, si estaban dispuestos a esclarecer lo sucedido y a arrojar luz sobre los "numerosos" indicios sospechosos.

Con la de hoy, es la tercera vez que Porto y Basterra están ante el juez. La primera fue el 27 de septiembre, cuando Vázquez Taín ordenó el ingreso en prisión, y la segunda el 18 del mes siguiente, el día en que se elevó la calificación de homicidio a asesinato.

El cadáver de la menor de 12 años, a la que adoptaron cuando todavía no tenía uno, fue localizado por dos viandantes a la una y cuarto de la madrugada, colocado sobre un talud situado en Teo, un municipio cercano a Compostela.

Las sospechas estuvieron desde un primer momento sobre Porto y Basterra, acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato y encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro.

Los dos han vuelto esta tarde al juzgado de instrucción número dos de Santiago, situado en el barrio de Fontiñas. Han llegado unos minutos antes de las cuatro, en furgones separados, y Basterra ha sido trasladado de nuevo a la prisión pasadas las siete de la tarde.

En la citación de este jueves, con la presencia de los acusados y los letrados de todas las partes personadas, además de la Fiscalía, se solicitó la práctica de nuevas testificales y la repetición de algunas ya practicadas, además de otras periciales complementarias.

Los primeros en llegar han sido el juez, el fiscal Jorge Fernández de Aránguiz y los abogados de la acusación particular, Ricardo Pérez Lama y Rocío Beceiro, de la asociación Clara Campoamor por los derechos de la mujer y de la infancia.

Después, los letrados de los acusados: Gutiérrez Aranguren, que ha dicho que el sumario lo ha sorprendido, sin concretar la razón, y ha adelantado que de momento no solicitará la nulidad de ninguna de las pruebas practicadas; y Belén Hospido, que no ha hecho declaraciones a los informadores.

Vázquez Taín está convencido de que los padres de la niña habían urdido un plan para matar a Asunta. El se encargaría de drogarla hasta el aturdimiento para facilitar la asfixia mecánica que ejecutaría ella.

En el auto por el que se levantó el secreto de sumario, el juez apunta que Basterra sabe que, en base a los resultados de la autopsia y a los análisis de toxicología, se le imputa que el día en que murió la niña, como en episodios anteriores, le suministró una dosis tóxica de un ansiolítico (Orfidal).

Especifica que el motivo de esta acción sería privar a la víctima de toda voluntad y capacidad de defensa para, supuestamente, facilitar la acción de asfixia, de la que se encargaría la propia Rosario Porto.