El uso de casco por parte de los ciclistas puede evitar dos tercios de las lesiones en la cabeza que se producen por accidentes en la carretera. Además, la probabilidad de que un accidente pueda producir lesiones neuronales en los ciclistas es 2,13 veces mayor para aquellos que no hacen uso de él, según un estudio de la Fundación Mapfre.
La investigación se ha realizado a partir de los últimos informes de instituciones y organizaciones internacionales como la Colaboración Cochrane, la Universidad de Newcastle, la Academia Americana de Pediatría, la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) estadounidense y el Instituto Holandés para la Investigación de Seguridad Vial, entre otros.
El informe incide de forma especial en la necesidad de uso del casco entre los menores que circulan en bicicleta debido a que estos tienen un mayor índice de caídas y lesiones en la cabeza. Las organizaciones de pediatras y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras instituciones, señalan que el uso de este dispositivo de seguridad puede llegar a reducir en un 63 por ciento el riesgo de que los menores sufran lesiones en la cabeza y en un 88 por ciento la pérdida de conciencia por un impacto en la cabeza.
Asimismo, el Hospital Infantil de Philadelphia asegura que si los menores usan casco se pueden prevenir hasta el 75 por ciento de las muertes por accidente entre este colectivo.
La Fundación Mapfre ha recordado que, en 2011, se produjeron un total de 4.526 accidentes de tráfico en los que estaban implicados ciclistas que resultaron en 49 ciclistas fallecidos y 4.526 heridos. También señala que cerca de tres millones de españoles utilizan la bicicleta "casi a diario" y que el 15 por ciento de ellos la utiliza en su tiempo de ocio.
Por ello asegura es "necesario" impulsar medidas que fomenten el uso de la bicicleta "de la manera más segura posible" y extender la obligatoriedad del uso del casco al circular en bicicleta "a todas las vías" y "especialmente" en el caso de los menores de edad. También recomienda el uso de prendas de colores visibles y retro-reflectantes para reducir la siniestralidad de los ciclistas.
En este sentido, recuerda que se trata de uno de los colectivos "más vulnerables" en la carretera "por la inseguridad a que están expuestos cuando circulan por carreteras y ciudades". Además señala que uno de los principales riesgos para los ciclistas es su "falta de visibilidad" y asegura que esta circunstancia "podría mejorar si se hiciera uso de estas prendas".