La vacunación es la única medida preventiva eficaz para evitar el rotavirus, la principal causa de gastroenteritis vírica en niños, que en el invierno, a causa del frío, duplica su incidencia coincidiendo con las epidemias de bronquiolitis y gripe.
Este tipo de gastroenteritis se transmite por vía oral y se contagia muy fácilmente entre los menores, ha destacado Enrique Bernaola, pediatra del Complejo Hospitalario de Navarra, con motivo de la VIII Jornada de Actualización en Vacunas que se celebra en Pamplona.
El número de hospitalizaciones ha disminuido considerablemente desde que se ha introducido la vacunación, ha destacado el especialista en un comunicado de la organización del Congreso.
En España, se estima que cada año 8.000 niños menores de cinco años ingresan en el hospital a causa de una gastroenteritis vírica, ya que esta enfermedad, que causa diarreas, vómitos y fiebre, puede llegar a provocar la deshidratación en muchos casos.
A pesar de que se tomen precauciones de carácter higiénico, el rotavirus es altamente contagioso y resistente. De hecho, los estudios ponen de manifiesto que entre el 30 y el 50 % de los adultos en contacto con un niño infectado se contagia, aunque de manera asintomática.
Además, tiene un gran impacto en las familias, ya que, ante el ingreso de un menor, en cuatro de cada diez casos los padres necesitan ayuda para atenderle.
En el Congreso se ha debatido asimismo sobre la varicela, de la que en Navarra y Madrid, a diferencia de otras comunidades, se vacuna a los niños a los 15 meses, lo que según Bernaola ha hecho que se reduzca hasta un 90 % el número de casos de esta enfermedad en ambos territorios.
Además, los resultados de un estudio presentado durante las Jornadas ponen de manifiesto que administrar una dosis de recuerdo alarga en el tiempo la capacidad de inmunización de la vacuna y evita las varicelas que se podrían producir en niños vacunados con una sola dosis.
La varicela, aunque en la mayoría de sus ocasiones cursa de manera leve, puede complicarse con infecciones subcutáneas que requieren tratamiento antibiótico endovenoso, complicaciones respiratorias o, incluso, neurológicas.