En los últimos 20 años se ha incrementado un 200,4 por ciento los nacimientos de grandes prematuros, es decir los niños que nacen por debajo de la semana 32 de gestación o pesan menos de 1.500 gramos, que potencialmente son los que tiene más dificultades para sobrevivir, según datos presentados por Asociación de Padres Niños Prematuros (APREM).