Los incendios forestales registrados en Asturias, un total de 35, han obligado a desalojar por precaución durante la pasada noche a los vecinos de las localidades de Gillón, La Viliella y Larón, en el concejo de Cangas del Narcea, y a cortar dos carreteras del suroccindente asturiano. Según ha informado el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), han sido desalojados 35 personas de Gillón, once de Larón y siete de La Viliella.
Larón y La Viliela fueron desalojadas sobre las 23:30 horas, mientras que los vecinos de Gillón fueron evacuados entrada la madrugada debido a la intensa humareda. Las llamadas también han obligado a cortar la carretera AS-15 (Cornellana-Puerto de Cerredo), entre los puntos kilométricos 81 y 90, y la AS-29 entre las localidades de San Antolín de Ibias y Monasterio del Coto, en Cangas del Narcea, entre los puntos kilómetros 0 y 25.
A media mañana, se contabilizan en Asturias 35 incendios forestales repartidos en 19 concejos de la región: Allande (3), Aller (1), Belmonte de Miranda (2), Cabrales (1), Cangas del Narcea (8), Castropol (2), Coaña (1), Degaña (1), Grado (1), Ibias(1), Langreo (1), Lena (2), Piloña (2), Pravia (1), Quiros (1), Siero (1), Somiedo (1), Teverga (2), Tineo (3).
El Principado mantiene activado el INFOPA (Plan de Incendios Forestales del Principado de Asturias) en situación 1 para toda la comunidad autónoma y mantiene el nivel 2 para los fuegos de Fondos de la Vega (Degaña) y Seroiro (Ibias), que siguen siendo los siniestros que concentran mayor número de efectivos de extinción.
Estos dos incendios se sitúan en las inmediaciones de la Reserva de la Bioesfera de Muniellos, considerada como el robledal mayor y mejor conservado de España. Esta zona protegida de unos 57 kilómetros cuadrados de extensión está situada en el suroccidente de Asturias y acoge tanto robles de distintas especies, de hasta seis metros de diámetro, como hayedos, abedules y acebos que forman parte del hábitat del oso pardo y el urogallo, entre otras especies.
El viento ha extendido el humo durante la noche a buena parte de la región, incluido Oviedo, que ha amanecido con un fuerte olor a quemado. Las elevadas temperaturas, que ayer rondaron los 30 grados, muy por encima de la media en el mes de octubre, la escasez de precipitaciones y el viento han dificultado hasta ahora las labores de extinción.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para hoy un descenso de las temperaturas, que será notable en el oeste, y probables lluvias y chubascos dispersos para la tarde.