Más de media España se congelará por la noche este viernes y el sábado, día de Nochevieja, porque las temperaturas bajarán hasta -8ºC en la mayor parte de la mitad norte peninsular, el resto de Castilla-La Mancha y las sierras del sureste, mientras que los días soleados se mantendrán en todo el país hasta el último día de este año.
De hecho, la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), recogida por Servimedia, señala que hay aviso amarillo (riesgo para hacer actividades al aire libre) para este viernes en 19 provincias de la mitad norte, más el este de Toledo y Ciudad Real, y en 15 provincias para este sábado, donde los termómetros caerán hasta entre -6ºC y -8ºC, si bien otras zonas próximas también se helarán, pero no tanto.
En general, la alerta amarilla afectará a las provincias situadas en la Meseta Norte, las depresiones del noreste peninsular y los Pirineos, mientras que continuarán las nieblas localmente persistentes en la ribera del Ebro, las calimas en Canarias y el oleaje intenso en las aguas de Cádiz que rodean el Estrecho.
La Aemet prevé que la situación anticiclónica con tiempo estable se mantendrá en la mayoría de las zonas hasta el próximo domingo, aunque habrá flujo húmedo del este sobre el sureste peninsular, el área del Estrecho y Baleares, que dará lugar a nubes y ocasionalmente a lluvias débiles, especialmente en áreas próximas al litoral.
Las nieblas continuarán en zonas del interior peninsular, sobre todo en el valle del Ebro, donde podrán ser persistentes, y las temperaturas bajarán en amplias áreas del país, salvo en Canarias, donde permanecerán sin cambios. Se esperan heladas significativas en gran parte del interior peninsular, lo que será menos probable cuanto más hacia el suroeste.
CAMBIO DE TIEMPO
Por otro lado, la Aemet pronostica que a partir del mediodía de este domingo, primer día de 2017, puede iniciarse un cambio de tiempo con la llegada de sistemas frontales desde el Cantábrico y el Atlántico, con lo que habrá un gradual aumento de la nubosidad sobre gran parte de la península.
De confirmarse este cambio, a partir del próximo lunes se producirían precipitaciones en la península, más probables en las vertientes cantábrica y atlántica, y pudiendo ser de nieve en zonas altas de la mitad norte. Las lluvias se desplazarían el martes, 3 de enero, hacia el este peninsular y Baleares, y no se esperan en el área mediterránea de la península.
Las temperaturas del lunes y el martes de la próxima semana probablemente descenderán, a pesar de que por la noche probablemente se suavicen, y se esperan heladas significativas en zonas altas del interior peninsular. Para entonces, lo más probable es que se vaya estableciendo cierzo en el valle del Ebro y tramontana en el noreste peninsular.
Por último, la Aemet precisa que a partir de entonces existe incertidumbre en los modelos de predicción meteorológica, pero considera que lo más probable es que el miércoles y
el jueves se estabilice progresivamente la atmósfera.