Tiene 18 años y esta agitando Egipto. Se trata de la cantante, una rapera que sale al escenario con el velo islámico.
Triunfa en un concurso de jóvenes talentos en su país con unas canciones donde aborda varios temás que son tabú para gran parte de la sociedad de aquel país: como la defensa de los derechos de la mujer o la denuncia del acoso sexual.
Los radicales la acusan de ensuciar la imagen del Islam. Pero para otros mucho es una inspiración.