Lina Álvarez, la doctora de Lugo que tuvo un bebé con 62 años, que se llama como ella y como su abuela materna, ya está, desde hoy, en casa con su pequeña, razón por la que se confiesa "muy emocionada y muy feliz". A su salida del Hospital Lucus Augusti, ha comentado que es imposible que "pueda ser más feliz" y ha contado que está "muy emocionada y agradecida a la vida", con lo cual "todo es fabuloso". "Estoy muy bien", ha recalcado.
Lina, fruto de una fecundación in vitro y cuyo parto se produjo por una cesárea programada, pesó 2,385 y se "adelantó un poquito", tal y como ha dicho su madre, la cual ha remarcado a la prensa que ambas están estupendas, ya que ella misma se siente "fenomenal". "No me puedo encontrar mejor", ha subrayado.
Lina madre se puso a buscar por internet y encontró un especialista en Madrid que, antes de asumir el tratamiento, le propuso hacer una serie de pruebas médicas para comprobar si el embarazo podía ser viable.
Las pruebas fueron positivas, por lo que le propuso implantarle un embrión, a ver si había suerte. Esa suerte, según cuenta ella misma, se llama Lina, como ella y como su madre, una mujer que se murió muy joven a causa de una negligencia médica.