Seis detenidos por cometer 28 robos a mujeres en Madrid, Barcelona y Málaga

Guardia Civil
Un agentes de la Guardia Civil visita un establecimiento de productos alimenticios en Rascafría, durante el estado de alarma por la covid-19 |Europa Press

La Guardia Civil ha detenido a seis personas que presuntamente cometieron 28 robos, principalmente, a mujeres en Madrid, Barcelona y Málaga mediante el método de la siembra que consiste en distraer a las víctimas para hurtar sus pertenencias.

Los arrestados son cinco hombres y una mujer de nacionalidad peruana, con edades comprendidas entre los 32 y los 37 años, y que tienen antecedentes por hechos similares, según afirma la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil.

Robos en las zonas comerciales

A todos ellos se les imputa, hasta el momento, la autoría de 28 hechos delictivos, siendo sus principales zonas de actuación Madrid, Barcelona y Málaga, aunque no se descarta su implicación en más robos.

El pasado mes de mayo se iniciaron las pesquisas tras una denuncia de una mujer que había sufrido un hurto en el aparcamiento de una zona comercial de Tres Cantos, en la Comunidad de Madrid.

Los ladrones le preguntaron por las salidas de la localidad, para distraerla, mientras le robaban sus pertenencias del bolso. Posteriormente le extrajeron dinero con su tarjeta bancaria. Los investigadores contrastaron diferentes informaciones y localizaron otros hechos similares en la zona que coincidían en el método de actuación.

Este grupo de personas seleccionaba en primer lugar a sus víctimas en zonas comerciales, llegando incluso a visualizar el número pin de su tarjeta en el momento del pago para utilizarla posteriormente en cajeros y realizando reintegros de dinero.

Además, para eludir los controles policiales se movían con vehículos alquilados con documentación falsa.Generalmente abordaban a mujeres solas a las que realizaban preguntas o arrojaban un objeto al suelo, como unas monedas, de forma que llamaban su atención para que lo recogieran. Era entonces cuando, al descuido, sustraían el bolso.

Una vez con el botín en sus manos, cogían el dinero en efectivo que pudiera portar la víctima y hacían uso de la tarjeta bancaria en cajeros.