Ha estado prófugo de la justicia norteamericana durante cuatro décadas. Escapó de una prisión tras matar a un hombre en un atraco, se unió al Ejército de Liberación Negro y secuestró un avión en Detroit en 1972. George Wright parece sacado de una novela de crimen internacional con un final de película. A los 68 años y cuando se creía totalmente a salvo ha sido detenido en la localidad portuguesa de Sintra donde vivía como una apacible jubilado.
Su captura ha sido hasta ahora una asignatura pendiente para el FBI a cuyos agentes dejó en evidencia en 1972. Wright consiguió entonces el mayor rescate por el secuestro de un avión pagado hasta el momento, un millón de dólares. Secuestró un avión en Detroit con 88 pasajeros a bordo que iban destino a Miami. Iba acompañado de varios miembros del llamado Ejército de Liberación Negro, que bajo el mandato de Nixon, luchaban por los derechos de los afroamericanos. Consiguió entrar en el aparato vestido de cura con una pistola bajo la sotana y los mas sorprendente es que dejó en paños menores a los fornidos agentes del FBI. Exigió un millón de dólares como rescate, entre sus condiciones que se lo entregaran en un maletín hombres que solo podían ir en calzoncillos o bañador. La imagen dió la vuelta al mundo.
George Wright y sus compinches se salieron con la suya, tras liberar al pasaje consiguieron volar hasta Boston donde repostaron y de alli aterrizaron en Argelia. Pero la alegria les duró poco, el gobierno argelino les dejó en libertad, a cambio se quedó con el avión, y lo que es peor, con el millón de dólares. En 1976 el resto de sus cómplices fueron detenidos en París, pero de Wright nada se supo, durante 41 años se lo tragó la tierra. Hasta ahora.
Gracias a varios informadores ha sido detenido en Sintra, Portugal, tiene 68 años y sin duda un buen libro para escribir en prisión. Las autoridades portuguesas están ya tramitando la extradicción a EEUU.