Las desapariciones de menores -la mayoría son fugas- deben ser denunciadas rápidamente, y no esperar, como se cree, 24 horas para acudir a una comisaría, para facilitar así que sean resueltas de forma favorable, sobre todo las de alto riesgo.
Expertos de las fuerzas de seguridad del Estado han insistido en la importancia de que las familias o tutores de los menores hagan de forma inmediata esa comunicación, durante la I Jornada sobre Niños y Adolescentes Desaparecidos, organizada por la Fundación ANAR, encargada del teléfono 116000 en España, el mismo número empleado para ese fin en una veintena de países europeos.
El secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, ha explicado que la Unión Europea tiene en su base de datos un millón de niños desaparecidos y que en España existen 1.156 desapariciones activas.
El responsable de Interior ha anunciado la puesta en marcha en breve de un Sistema de Alerta Temprana de Desapariciones de Menores, para casos de alto riesgo o con inminente peligro de muerte, con el que se pudiera recabar la colaboración de los ciudadanos de forma rápida.
"La mayoría de las desapariciones son fugas decididas por los menores y en muchas de ellas hay casos de malos tratos o abusos sexuales, por ello se van de casa; en pocos casos, pero es muy grave, hay detrás una red de trata de seres humanos o de pedofilia", ha comentado el capitán de la Guardia Civil, Carlos Igual Garrido.
El experto de la Guardia Civil ha recomendado a las familias "no esperar nada para poner la denuncia, porque son los padres los que mejor saben las costumbres de sus hijos".
"A veces por esperar 24 horas ha sido demasiado tarde", ha insistido antes de recomendar a los familiares que exijan que se registre la denuncia "sin demora".
El inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, José Manuel Anseán Fernández también ha aconsejado "no esperar".
"Cuando una persona piense que su familiar tiene un problema, aunque hayan transcurridos dos horas, es suficiente para que admitamos la denuncia", ha dicho el inspector, quien ha considerado "primordial" esta inmediatez para la investigación.
El abuelo de Marta del Castillo, José Antonio Casanueva, ha mostrado en este foro su satisfacción porque ya no se aplique "el famoso protocolo, de las 24 o 48 horas" que -ha dicho- afectó "mucho" en el caso de la investigación sobre la muerte de la menor en Sevilla.
"Nosotros denunciamos a las dos de la mañana de un sábado y hasta el domingo a las siete de la tarde no se puso en marcha; si en ese momento que presentamos la denuncia se hubiera hecho lo que ustedes dicen ahora, el cadáver de mi nieta hubiese estado ahí y hubiéramos quitado mucho trabajo a las fuerzas de seguridad del Estado, ha lamentado.
El inspector ha explicado que sólo en la Policía se registran cada año unas 14.000 denuncias de desapariciones, de las que el 67 por ciento (unas 10.000) son de menores de 18 años. El 10 por ciento son casos repetidos de fugas de menores (algunos lo hacen hasta 30 veces cada año) y el 6,7 por ciento son de alto riesgo (vinculadas a actividad delictiva).
El responsable policial ha explicado que la eficacia en la resolución de las denuncias es del 97 por ciento.
En dos años de funcionamiento del servicio 116000 en España, el teléfono ha recibido 5.777 llamadas, de las que el 87 por ciento han sido de personas mayores de edad y el 12 por ciento, de niños.
De los 340 casos de desaparición detectados en el teléfono -el 63 por ciento de ellos de niñas-, el 41 por ciento vivían con su madre y el 25 por ciento con ambos progenitores.
Respecto a los motivos, el 50 por ciento fueron fugas y el 32 por ciento secuestros por parte de uno de los padres.
El teléfono -gratuito y con servicio 24 horas- ofrece ayuda a los familiares para presentar la denuncia, da el apoyo psicológico y emocional que requiera cada miembro, colabora con la investigación policial y promueve la cooperación internacional, ha explicado el director del Teléfono ANAR, Luis Estebaranz.
Los eurodiputados María Irigoyen y Antonio López-Istúriz han destacado la importancia de que en Europa existe un único teléfono de información sobre niños desaparecidos, lo que facilita a los padres y a los niños poder llamar aunque estén fuera de su país de origen.
De los Veintisiete, una veintena de países ha reservado una línea 116000 para este objetivo, han agregado los políticos, quienes han mostrado su deseo de que se complete la implantación en el resto de estados miembros antes de 2013.