El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil detuvo el pasado año a 339 personas e imputó a 1.098 por delitos relacionados con el medio ambiente y cursó casi 100.000 denuncias, la mayoría de ellas por infracciones en materia de residuos.
Un balance que el instituto armado ha dado a conocer hoy y que, según ha dicho a Efe el capitán José Manuel Vivas, suponen un aumento del 10 por ciento en relación con los detenidos en 2011, cuando fueron arrestadas 307 personas, y del 13 por ciento respecto a los imputados, que alcanzaron los 966.
Vivas deja claro que, en general, la motivación del que comete este tipo de delitos es económica, bien por sacar algún beneficio de esa actividad infractora o bien por ahorrarse dinero cumpliendo la legalidad.
Y en este perfil el capitán incluye a la mayoría de los detenidos por provocar incendios. No todos ellos son pirómanos, añade Vivas, ya que éstos padecen una enfermedad y sólo representan el 5 por ciento del total de arrestados por esta causa.
De todos modos, asegura que la mitad de los incendios se originan por alguna negligencia y, por tanto, no son intencionados.
Precisamente, el balance del Seprona arroja 2.767 intervenciones de sus agentes por incendios forestales durante el pasado año, en los que murieron seis personas y resultaron heridas diecinueve, y su colaboración en la evacuación de 22.521 personas.
De las casi 100.000 denuncias, el sector con un número más elevado fue el de los residuos urbanos y peligrosos, entre estos últimos aceites de automoción, baterías o neumáticos.
El teniente ha recordado que un neumático tarda miles de años en degradarse y si se quema, su toxicidad es muy alta y puede contribuir a generar alguna patología cancerígena.
Las denuncias por infracciones en materia de fauna sumaron un total de 15.085, de las cuales 9.541 fueron por caza y el resto por pesca, en tanto que las denuncias por infringir normas sanitarias ascendieron a 14.748.
El uso de venenos sigue preocupando al Seprona, que llevó a cabo 145 actuaciones en esta materia, en las que localizó 402 cebos envenenados y 342 animales muertos. Además, se detuvo o imputó a 16 personas.
Fue el buitre leonado la especie que más se vio afectada por ese uso ilegal, con 60 ejemplares muertos, seguida de las palomas bravías (50) y el zorro, con 42 cadáveres hallados.
En los controles realizados en el transporte y comercio de especies de pesca se han incautado 42.050 kilos en el ámbito del programa que trata de evitar el comercio en tallas no reglamentarias, los llamados pezqueñines, además de otros 150.199 kilos de especies como caballa o pijotas.
Vivas recuerda que esas creencias ancestrales de que el pezqueñín tiene más sabor no se sustentan en una base científica, ya que el sabor se lo aporta el rebozado porque el inmaduro es proteína pura y, por tanto, es insípido.
Sobre las intervenciones realizadas en materia de protección de animales domésticos, la Guardia Civil practicó 1.505 actuaciones relacionadas con algún tipo de maltrato a los animales o por el abandono de los mismos.
De ellos, 164 derivaron en infracciones penales que motivaron la detención de 19 personas y la imputación de otras 112.
En relación al convenio CITES (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), se recuperaron 697 especímenes, destacando las aves, con 395 animales.
Aunque el balance no ofrece datos concretos de comunidades autónomas, Castilla y León, debido a su despoblación y extensión, y Madrid, debido a su industrialización y porque es paso de mercancías peligrosas, son las comunidades donde las actuaciones en materia de medio ambiente tienen una importante incidencia.
El Seprona cuenta con una plantilla de 1.850 agentes y, aunque no es muy grande -apenas el 2 por ciento del total de guardias civiles-, sus miembros están muy especializados, entre otras cosas porque, además de tener que conocer las diferentes legislaciones autonómicas, se enfrentan a delitos de variada temática.
En cualquier caso, tienen la ventaja, subraya Vivas, de poder apoyarse en el resto de compañeros del instituto armado, distribuidos por toda la geografía, por lo que pueden llegar antes al lugar de la infracción y preparar el terreno para los especialistas.