Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las autonómicas registraron en 2016 un total de 1.272 incidentes por delitos de odio, un 4,2 % menos que en 2015, aunque los relacionados con discriminación por sexo y género subieron un 70,8 %, debido sobre todo a la reforma del Código Penal de 2015.