Una cosa es llevar un ambientador de pino para el coche y otra muy distinta empotrar un árbol en el capó. Atónita se quedó la policía de Roselle, en Estados Unidos, cuando vio el extra vegetal no homologado por las autoridades de tráfico en este vehículo.
La conductora, de 54 años, estaba ebria, no recordaba el impacto con la especie arbórea y, además, circuló en dirección contraria.