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Los casos de violencia contra menores de edad ha aumentado un 40,6% en 2015 respecto al año anterior, según el último informe de la Fundación ANAR, que alerta además del alarmante incremento de la violencia intrafamiliar.

El teléfono de Ayuda a menores y adolescentes (900.20.20.10), del Adulto y la Familia (600.50.51.52) y el de Niños Desaparecidos recibieron el año pasado 369.969 llamadas.

En total, en 2015 esta entidad ha atendido 8.569 nuevos casos, un 20,7% más que en 2014, año en el que se atendieron 7.100. Más de la mitad estuvieron motivados por el maltrato a menores. Además, no sólo se incrementó el número de casos de violencia atendidos, sino también la gravedad de los mismos, lo que provocó 727 intervenciones urgentes, casi dos diarias, para poner a salvo a algún menor de edad en situación de riego.

Dentro de la violencia que sufren los menores, la Fundación ANAR ha detectado un "alarmante" aumento del maltrato en el entorno familiar, con un total de 2.952 casos, lo que representa el 34,4% del total. De ellos, 1.229 fueron por maltrato físico; 882 casos de maltrato psicológico; 435 casos de abuso sexual; y 406 casos de abandono. Esta violencia, que "ni se escucha ni trasciende" la padecen muchos menores casi a diario, según ANAR.

A este respecto, el director de Programas de la fundación, Benjamín Ballesteros, ha asegurado que "la sociedad ha olvidado y, por tanto, invisibilizado la violencia intrafamiliar, que es la más frecuente, la más duradera y la más grave que padecen los niños y adolescentes en nuestro país". También ha advertido de que como consecuencia de los malos tratos los niños presentan moratones, quemaduras o mordeduras, pero también importantes trastornos en la alimentación y el sueño y secuelas psicológicas que le acompañarán toda su vida.

La principal causa de maltrato en el hogar es la violencia de género (80%), pues el agresor "instrumentaliza" al menor para hacer daño a su madre, pero también se debe a que "muchos padres" consideran que pegar es "una pauta educativa más". "La violencia como fin la van a utilizar los niños en el futuro, lo que hará que en la sociedad sea cada vez más violenta", ha advertido Ballesteros.

El informe recoge el testimonio de un niño de 12 años que revela la violencia que padece en su propia casa: "Me pegan como a alguien mayor, me pegan con la mano y el pie. Mi abuela me pega con el palo de la escoba, con una sandalia o un cinturón. Mi padre con el cable del cargador. No tengo amigos en el colegio".

En relación a las casi 370.000 llamadas recibidas en 2015, la Fundación ANAR advierte de la violencia entre iguales, que en los últimos años se ha experimentado un aumento progresivo de las llamadas al Teléfono ANAR por motivo de acoso escolar y de violencia de género entre adolescentes. En la mayoría de estos casos por el uso de nuevas tecnologías. Así, en 2015, esta fundación atendió 573 casos de acoso escolar, frente a los 328 de 2014, lo que supone un incremento del 75%, como ya informó el pasado mes de abril en un monográfico sobre este problema. Además, se trataron un total de 1.741 casos de violencia de género en 2015 frente a los 1.110 de 2014. De los casos de violencia de género registrados el pasado año, 318 de ellos fueron de menores adolescentes, que en la mitad de los casos los agresores eran mayores de edad.

La violencia de género a adolescentes se ejerce sobre todo a través de las nuevas tecnologías (60,3% de los casos), según este informe, que revela que la mayoría de las chicas que la padecen no tiene conciencia del problema ni intención firme de denunciar. "Como me dé otra paliza voy a ser yo la que me vaya. Me mato, así descanso", afirma una adolescente de 16 años víctima de violencia de género, cuyo testimonio recoge este documento.

Y es que 'quitarse de en medio' como esta joven es la solución para muchos niños y adolescentes como remedio a los problemas que padecen, una circunstancia que "preocupa enormemente" a esta fundación, que desde hace dos años ha visto multiplicadas por tres las llamadas a su teléfono de jóvenes con ideación e intentos de suicidio (381) y autolesiones (323), entre las que destacan las de 26 de niños menores de 10 años. "Me cuesta mucho llorar. Me cortaba en el brazo porque pensaba que por ahí salían las lágrimas", cuenta una adolescente de 14 años.

Durante 2015, el Teléfono ANAR sobre Niños Desaparecidos 116000 atendió 597 casos en los que un menor de edad se hallaba desaparecido o se encontraba ante una situación de riesgo de desaparición. El principal motivo de consulta han sido las fugas de niños y adolescentes de su domicilio familiar o centro de residencia (60,1% de los casos), seguido de menores expulsados del hogar (un 18,8%) y en tercer lugar secuestros parentales (16,8% de los casos) tengan o no un componente internacional. En el 1,8% se trató de menores de edad perdidos o extraviados accidentalmente mientras que en un 0,8% el motivo de consulta son temas relacionados con casos de secuestros por terceros.

Comparado con los datos de 2014, aumenta el porcentaje de las fugas y el de menores expulsados del hogar, mientras que disminuye sensiblemente el porcentaje de los secuestros parentales, que en 2014 fueron el 25,4% en 2014 de las causas de desaparición de un menor.

La Fundación ANAR ha intervenido en una treintena de casos graves en coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que en ocho casos se ha requerido además cooperación internacional. De estos últimos, cinco se encuentran en la actualidad resueltos. El director de Programas de ANAR ha alertado de los menores migrantes no acompañados que llegan a España, que "la mayoría se pierden y necesitan ayuda". En este sentido, ha recordado la cifra de los 10.000 niños sirios perdidos por Europa para los que ha pedido colaboración ciudadana e institucional para poder llegar a ellos.