Jack Beniston y Michelle O'Connor, una pareja de Reino Unido, se conocieron hace tres años y tuvieron un bebé el pasado verano. Poco después de su nacimiento, los médicos detectaron que Michelle sufría un cáncer cervical inoperable.
El joven, de 22 años, no se lo pensó y pidió matrimonio a su pareja, tras explicarle el médico que les darían "todas las facilidades" para poder celebrar una boda "si ese era su deseo". Ambos se casaron en la sala de espera del hospital Peterborough City, donde ella estaba siendo tratada.
"Intenté que toda nuestra familia y amigos cercanos estuvieran allí y fue un momento precioso. Las enfermeras pasaron horas decorando la sala, nunca dirías que aquello era una sala de espera de un hospital", explica Jack al diario británico Daily Mail.
"Antes de la enfermedad de Michelle, pasamos todo nuestro tiempo juntos, disfrutando el uno del otro. Vivimos igual que morimos y no había otra manera", afirma.