El carnaval en la calle, el preferido por los cariocas, abre un espacio, cada vez más importante, para los desfiles de los "blocos secretos", que se anuncian en el último momento en las redes sociales o se propagan a través del "boca a boca" y que atraen a miles de personas.
El "carnaval secreto" comenzó casi de forma experimental hace unos cuatro años en Río de Janeiro como un intento de las comparsas de limitar el número de participantes en sus desfiles para evitar aglomeraciones y multitudes.
La clave es mantener en secreto el lugar y la hora del desfile del "bloco" (comparsa) hasta poco antes del inicio de la fiesta.
"Se va a divulgar el local a las 22.00 horas, pero quien venga de lejos puede estar de camino al centro. Sin estrés. Si la persona tarda una hora y media en llegar al centro, salga de casa sobre las 21.00 horas y en medio del camino va a saber donde ir. No tiene misterio".
Así convocaba esta semana a sus seguidores el "bloco" secreto "Minha luz é de LED" (Mi luz es de LED) en su página de Facebook.
Con esta estrategia, el "bloco", compuesto apenas por seis músicos, reunió a más de 5.000 personas que colapsaron varias calles del centro de la ciudad y obligaron a cortar el tráfico.
El grupo "Sereias de Guanabara" (Sirenas de Guanabara) convoca con algo más de antelación y marca el día y la hora, pero guarda como un tesoro el lugar de la concentración, aunque arroja pistas en su página web para ayudar a sus seguidores a prepararse.
"El canto de la sirena es el grito del carnaval por el amor, alegría, diversidad, tolerancia. Y la seducción del pueblo de las aguas lavando las calles de Río con mucha 'MARÉ-molência", señala en su página oficial, en un juego de palabras entre la favela de Maré y la palabra malemolência (temperamento).
En el caso de "Desce, mas não sobe" (Baja, pero no sube), que convocó a una multitud el pasado año, el hermetismo ha llegado hasta el punto de que únicamente se informó del día, hora y lugar del desfile a través del "boca a boca", lo que dejó a muchos de sus simpatizantes fuera de la convocatoria.
"Me siento despreciado doblemente, primero con la selectividad del 'bloco' y, segundo, como residente en Santa Teresa (el barrio donde se desarrolló el desfile), que no pude disfrutar el 'bloco' y tuve que convivir con la suciedad dejada por el camino", se quejaba un usuario en la página del grupo en Facebook.
Poco después, le respondía el perfil oficial: "Nunca divulgamos nuestra salida en las redes sociales. Nuestra divulgación es hecha siempre boca a boca. Lamentamos que la difusión no haya llegado hasta usted".
De esta manera, entre pistas y misterios, el "carnaval secreto" va ganando protagonismo en Río de Janeiro, aunque las comparsas continúan arrastrando multitudes.
"No hemos conseguido reducir el público del desfile, que era la idea, pero hemos ganado fama", reconoce a Efe uno de los miembros de "Mi es luz es de LED".
"Ahora, el secreto es un juego", concluye.