Seis meses de cárcel para un hombre que coaccionó a su expareja y allanó su casa
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a seis meses de cárcel y 56 días de trabajos en beneficio de la comunidad a Petr K. por los delitos de allanamiento de morada y coacciones leves en el ámbito de la violencia de género, que cometió contra su expareja.
No obstante, la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, le absuelve del delito de acoso del que fue acusado y considera que concurre la atenuante de embriaguez.
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Conforme con el veredicto del jurado, la sentencia considera probado que Petr K., de nacionalidad rusa, accedió a la casa de su expareja por la ventana del baño y sin su consentimiento la noche del 4 de septiembre de 2019.
El acusado permaneció en el interior del domicilio, situado en Alcorcón, pese a la oposición de su expareja y cuando ésta intentó llamar a la policía, él la agarró y le retorció la muñeca, tratando de impedirlo.
Entonces intervino el compañero de piso de la víctima, que logró que la soltase y que ella pudiese llamar a la policía.
A continuación, Petr se dirigió a la cocina y cogió un cuchillo, que el compañero también consiguió que soltase, y salió del piso, siendo detenido en la puerta.
La noche de los hechos, según expone la resolución, el acusado tenía levemente disminuidas sus capacidades de entendimiento y voluntad como consecuencias del alcohol que había ingerido.
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La sentencia refleja que, según estimó el jurado, no ha quedado acreditado que el acusado buscara de forma "persistente y reiterada" el contacto personal con su expareja para retomar la relación sentimental, por lo que "no alteró de manera grave el desarrollo de su vida cotidiana".
El acusado no podrá comunicarse con su expareja ni aproximarse a ella a menos de 500 metros por un plazo de dos años y medio .
En sus conclusiones definitivas, tanto la Fiscalía como la abogada de la acusación solicitaban cuatro años de prisión para el acusado por acoso y allanamiento de morada, si bien ofrecieron la alternativa de modificar el primero por uno de coacciones, y la defensa pidió que solo se le condenase por el delito de allanamiento.
En su declaración ante el jurado, el acusado reconoció haberse colado en la casa con la intención de hablar con ella y recoger alguna de sus pertenencias.
También aseguró que se dirigió a la cocina y cogió un cuchillo, pero que no lo hizo con intención de atacar a nadie ni para evitar que la mujer llamase a la policía, si no para llevárselo porque era suyo.
