Les contamos ahora una historia donde el regalo de la vida es, más que nunca, un auténtico milagro.
Unos padres recibieron en el quirófano la peor de las noticias, uno de sus gemelos no había logrado sobrevivir al parto.
Su madre, sin poder aceptarlo, mantuvo durante horas a su pequeño en el regazo al calor de su cuerpo y el de su padre. El bebé, sin ninguna explicación médica, volvió a respirar.