Los cajeros automáticos mueven en España más de cien mil millones de euros al año. Una máquina vinculada ya al día a día de muchos consumidores nació hace ahora 50 años en Inglaterra. Y aunque todavía parece tener recorrido, su futuro se ve amenazado por otros medios de pago.
El escocés John Sepherd Barron llegó al banco a sacar dinero cuando la oficina estaba cerrada e ideó el primer cajero. El actor Reg Varney, de la BBC, fue el primer cliente después de que Barclais instalara la primera máquina de este tipo en Londres en 1967. Se cumplen ahora cincuenta años de ese primer cajero y desde entonces no han hecho mas que expandirse por el mundo.
En España, el primero lo instaló el Banco Popular en Toledo siete años después, en 1974, ya con tarjetas de plástico y no con unos cheques especiales, como habían necesitado los primeros.
Hoy se calcula que hay unos tres millones de máquinas de este tipo, donde miles de personas obtienen cada día dinero en efectivo por algo que empezó hace medio siglo.
Pero 50 años después, el futuro de los cajeros se ve amenazado por otros medios de pago. Los españoles usan ya más la tarjeta, desde este año, que el cajero automático. Y todo apunta a un uso creciente de ese dinero de plástico o electrónico, con un elemento nuevo, el aumento también del teléfono móvil como medio de pago.