Seis ciudadanos búlgaros accedieron de forma fraudulenta al sistema nacional de trasplantes y consiguieron que se les implantara un riñón, mientras que catorce, entre ellos los trasplantados, lograron recibir tratamiento de diálisis mediante un sistema de altas ficticias a la Seguridad Social. La Guardia Civil ha detectado un fraude relacionado con ciudadanos procedentes de países del Este, fundamentalmente de Bulgaria, que mediante altas ficticias a la Seguridad Social permitía obtener la tarjeta sanitaria y acceder a diálisis y a la lista de espera para un trasplante renal y que ha supuesto un coste para el sistema sanitario de 1,5 millones de euros.