Los barcos del exilio español, los otros 'aquarius' de nuestra historia

  • Stanbrook, Sinaia o Winippeig son nombres asociados desde hace decadas a la tragedia de los refugiados españoles

El drama del Aquarius podría provocar un cambio en la política migratoria europea. El asunto será abordado por el Consejo Europeo el 28 y 29 de junio. Echando la vista atrás, recordamos otros 'aquarius', uno que es parte de nuestra historia.

El 28 de marzo de 1939 partía del puerto de Alicante el Stanbrook con 2.600 refugiados republicanos. Era la última salvación antes de la entrada de las tropas franquistas. En el puerto quedaron más de 15.000 personas. Sobre la cubierta y bajo bandera británica, esos centenares de derrotados adquirieron una doble condición: exiliados y refugiados.

El Sinaia fue otro barco emblemático, el primero en emprender la ruta del exilio mexicano que luego cruzaron otros barcos y miles de españoles. O el Winnipeg, el barco salvavidas fletado por Pablo Neruda para trasladar a refugiados españoles a Chile.

Stanbrook, Sinaia o Winippeig son nombres asociados desde hace decadas a la tragedia pero también a la esperanza. El mismo mar que hoy es testigo de un viaje inverso representaba también un futuro alejado de la miseria y la represión.

Sobre la cubierta, las miradas también lanzan interrogantes, parecen negar el pasado. Se refugian en la promesa de un futuro tan frágil que flota sobre el mar. Encontraron amparo y también incomprensión. Medio millón de españoles emprendieron por tierra y mar ese mismo destino.

Para muchos, el levante valenciano fue el último recuerdo de su tierra de origen, el mismo lugar que hoy permite pisar tierra a los nuevos parias del mar, a los refugiados sin identidad del siglo XXI.