Un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ha estimado la cantidad de hidrocarburos -el ingrediente principal en el petróleo crudo- que son producidos por una población masiva de microbios marinos fotosintéticos, llamados cianobacterias. Estos organismos apoyan a su vez a otra población de bacterias que se 'alimentan' de estos compuestos.
En el estudio, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Warwick, Reino Unido, y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, y publicado este lunes en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', los científicos midieron la cantidad de hidrocarburos en una gama de cianobacterias cultivadas en el laboratorio y empleó los datos para estimar la cantidad producida en los océanos.
Aunque cada célula individual contiene cantidades minúsculas de hidrocarburos, los investigadores estimaron que la cantidad producida por dos de las más abundantes cianobacterias en el mundo -Prochlorococcus y Synechococcus- es de más de dos millones de toneladas en el océano en un momento dado.
Esto indica que estos dos tipos solos producen entre 300 y 800 millones de toneladas de hidrocarburos al año, aunque la concentración en todo momento en las zonas no contaminadas de los océanos es muy pequeña, gracias a otras bacterias que descomponen los hidrocarburos a medida que se producen.
OMNIPRESENTES EN LOS OCEANOS
"Los hidrocarburos están omnipresentes en los océanos, incluso en áreas con mínima contaminación de petróleo crudo, pero lo que no se había reconocido hasta ahora es la magnitud que se puede producir continuamente por organismos oceánicos vivos", afirma el autor principal del trabajo, Christopher Howe, profesor del Departamento de Bioquímica de Cambridge.
"En base a los estudios de laboratorio, creemos que al menos dos grupos de cianobacterias son responsables de la producción de grandes cantidades de hidrocarburos, y esto apoya a otras bacterias que descomponen los hidrocarburos a medida que se producen", agrega este investigador.
Los científicos sostienen que las cianobacterias son actores clave en un importante ciclo biogeoquímico, al que se refieren como el ciclo de hidrocarburos a corto plazo. La investigación sugiere que la cantidad de hidrocarburos producida por cianobacterias empequeñece la cantidad de crudo liberado en los mares por la filtración natural o vertidos accidentales de petróleo.
Sin embargo, los hidrocarburos producidos por cianobacterias continuamente son descompuestos por otras bacterias, manteniendo las concentraciones globales bajas. Cuando un evento como un derrame de petróleo se produce, las bacterias degradadoras de hidrocarburos entran en acción, con un rápido aumento en número, impulsado por el aumento local repentino en su principal fuente de energía.
Los investigadores advierten que sus resultados no rebajan de ninguna manera el enorme daño causado por los derrames de petróleo. Aunque algunos microorganismos son conocidos por descomponer los hidrocarburos en los derrames de petróleo, no pueden reparar el daño hecho a la vida marina, las aves marinas y los ecosistemas costeros.
"Los derrames de petróleo causan grandes daños, pero algunas partes del medio marino se recuperan más rápido que otras", explica otro de los autores del trabajo, el doctor David Lea-Smith, investigador postdoctoral en el Departamento de Bioquímica.
"Este ciclo es como una póliza de seguro, las bacterias de producción de hidrocarburos y las que los degradan están en equilibrio entre sí, y el segundo se multiplican si y cuando se produce un derrame de petróleo. Sin embargo, estas bacterias no pueden revertir el daño a los ecosistemas que causan los derrames de petróleo", insiste.
Los investigadores hacen hincapié en la necesidad de probar si sus conclusiones son apoyadas por mediciones directas de las cianobacterias que crecen en los océanos. También están interesados en la posibilidad de aprovechar el potencial de las cianobacterias de producir hidrocarburos industrialmente como una posible fuente de combustible en el futuro, aunque esa tarea está aún en una etapa muy temprana.