Amigos de la Tierra ha levantado en Madrid un "árbol" de dos metros de alto con residuos electrónicos y textiles, móviles y bufandas para denunciar el "consumo irracional" del planeta, una iniciativa llamada 'Colour Sunday' para poner "una nota de color y diversidad frente a un Black Friday oscuro".
Una veintena de activistas se han dado cita en la Plaza de Jacinto Benavente para reivindicar "un consumo más responsable, acorde con los límites del planeta", según ha explicado la organización en una nota de prensa.
Durante la acción, se ha puesto de relieve el valor de iniciativas como Alargascencia, un directorio de establecimientos de reparación, alquiler y compra-venta de segunda mano que lucha frente al consumismo irracional y la obsolescencia, dando una segunda vida a los objetos.
El viernes negro o Black Friday, según esta organización ecologista, tiene "graves impactos para el planeta, con la promoción del consumismo extremo como bandera".
En este sentido, los activistas reunidos en el centro Madrid han denunciado este consumo de "usar y tirar", que pone en peligro los recursos naturales de la Tierra, consume energía de forma desmesurada, provoca deforestación o la contaminación de suelos y acuíferos.
A todas estas consecuencias se suma la generación de residuos y los problemas para su gestión.
Y es que, por ejemplo, España genera un millón de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos, de las que solo se gestiona adecuadamente un 25 %.
"El resto de 'basura' electrónica termina en vertederos electrónicos como el de Agbogbloshie en Ghana, donde las tierras ya están contaminadas por plomo, cadmio, bromo, entre otros minerales, afectando también a la salud de sus habitantes", han señalado.
En el caso de la ropa, tan solo en España se generan 326.000 toneladas de residuos cada año: "se trata de una de las industrias más contaminantes y con un gran consumo de recursos naturales".
Para la fabricación de una camiseta, por ejemplo, se necesitan 3.900 litros de agua y 4,2 metros cuadrados de suelo; un teléfono móvil, además de necesitar de la extracción de más de 40 minerales diferentes, necesita 12.970 litros de agua y 18 metros cuadrados de suelo, ha resumido esta ONG, que ha reclamado a las administraciones medidas que favorezcan alargar la vida útil de los productos.